21 de marzo de 2017

La Bella y la Bestia (2017)

Fiel adaptación 
 
En la actualidad Disney está apostando por realizar versiones live-action de sus grandes clásicos de animación, como ya hiciera el año pasado con El libro de la selva. Este año le toca el turno a la película de 1991, La bella y la bestia, y el encargado de llevar este maravilloso cuento a la vida real es Bill Condon, director que destacó por su más que notable musical Dreams Girls.

Es muy complicado hablar de esta producción sin entrar en comparaciones con la obra de animación.  Así que para aclararlo desde el primer momento diremos que carece de la magia que reflejaba su antecesora, no llegando en ninguna parte del metraje a igualarla.

Estamos ante una adaptación muy cuidada, que arriesga poco, y es que cuando más luce y más satisfacciones da es cuando hace una copia exacta de la original. Tiene algún pequeño añadido que no varía la esencia del conjunto, aunque, sinceramente, alguna escena me ha dejado la sensación de relleno innecesario.

Hay que recordar que esta película podría considerarse un musical, y es justamente aquí donde el producto saca su mejor nota. En este aspecto queda muy cerca de igualar a la antigua versión, que ganó el Oscar en estas categorías. Las canciones son las mismas, las que todo el mundo recuerda, y, apelando a esa poderosa emoción que es la nostalgia, consigue trasladarnos por momentos a nuestra infancia. A este respecto hay que señalar que el doblaje en español afea el resultado final por una sincronización deficiente, muchas veces la voz no encaja con el movimiento de labios de los personajes.

La coreografía es soberbia, los escenarios, el maquillaje, la fotografía, todo está reproducido con un detalle sobresaliente. Quiero destacar la primera canción, mediante la que se nos presenta a todo un pueblo y sus habitantes, sencillamente impresionante. Entre los aspectos negativos hay que mencionar al protagonista masculino, una bestia recreada digitalmente, con  poco acierto y notoria diferencia con la realidad.  

Para finalizar, en cuanto a la interpretación decir que el reparto está extraordinario, con un plantel de secundarios soberbio. La elección de Emma Watson como Bella es un acierto rotundo, mientras que Luke Evans brinda un trabajo notable en su encarnación de Gastón, el villano, que en esta ocasión luce un poco menos malvado y amenazador. El que menos acertado se encuentra en su papel es el actor que  interpreta a Bestia, pese a que su aparición es mínima. Su aspecto de muñeco de porcelana, con una cara inexpresiva, hace que prefiramos al monstruo digital, al que también se encarga de prestar su voz.





En definitiva, una buena adaptación y una buena película que si bien es verdad que no llega a maravillarnos como lo hizo la original, es agradable y disfrutable desde principio a fin.










Adaptación en imagen real del clásico de Disney La bella y la bestia, que cuenta la historia de una joven que, para salvar a su padre, decide acudir a un castillo y quedar ahí atrapada junto a una bestia maldita.






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