25 de marzo de 2017

Inferno (2016)

Torpe y rutinaria

Estamos ante la adaptación a la gran pantalla del tercer bestseller de Dan Brown. Si en 2006 nos llegó la interesante pero irregular El codigo da Vinci y en 2009 una ligeramente superior pero también insuficiente Ángeles y demonios, ahora le llega el turno a la tercera aventura del doctor Robert Langdon, Inferno.

Realizada por el mismo equipo que el resto de la saga, que tuvo mejor acogida tanto de público como de crítica, esta entrega adolece de un problema considerable. Está hecha con un solo objetivo en mente: lucrarse y exprimir el filón de Dan Brown. Es torpe, hecha con desgana y llevada durante todo su lineal metraje en piloto automático.

A la dirección se encuentra Ron Howard, ganador de un Oscar por la sobresaliente Una mente maravillosa y recordado por transportarnos al mundo de fantasía de Willow. Un director con grandes obras a sus espaldas pero realizador también de productos taquilleros de escaso contenido y filmación rutinaria. Desafortunadamente, la pelicula que analizamos hoy entra de lleno en este último grupo.

En cuanto a la historia en sí he de aclarar que no voy a realizar comparaciones con la novela puesto que no la he leído. La trama es poco lúcida y monótona, contándonos sucesos mil veces contados y de manera mucho más satisfactoria. Los giros de guión son muy poco sorprendentes y se ven venir desde prácticamente el comienzo de la película.

Si me tuviese que quedar con algo sería con el inicio durante el que se nos presenta al protagonista en una situación límite. El problema es que la tensión y el interés rápidamente se diluyen hasta culminar en un final descafeinado y sinsorgo. 

En lo que hace a los actores el reparto está totalmente desaprovechado. Ninguno luce de manera especial y el esfuerzo que depositan en sus personajes es mínimo. Esto es especialmente apreciable en Tom Hanks, que perpetra una de las interpretaciones más lineales de toda su carrera.

En el apartado técnico hay que destacar la recreación inicial del infierno de Dante en las calles de Florencia. La fotografía es gratificante aunque en gran parte se debe a las magníficas localizaciones donde está rodada. La banda sonora es correcta y reconocible para los que vimos las anteriores entregas.



Película con falta de gancho y realizada con desgana. Es cierto que se puede ver, pero la sensación que nos dejará no será satisfactoria.






Robert Langdon, el famoso profesor de simbología (nuevamente interpretado por Tom Hanks) se encuentra tras el rastro de una serie de pistas conectadas con el mismísimo Dante. Cuando Langdon despierta con amnesia en un hospital italiano hará equipo con Sienna Brooks (Felicity Jones), una doctora de la que él espera le ayude a recuperar sus recuerdos. Juntos recorrerán Europa en una carrera a contrarreloj para desbaratar una letal conspiración global. Adaptación del best-seller homónimo de Dan Brown.





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