1 de mayo de 2017

¿Tenía que ser él? (2016)

Comedia sin comedia

Cuando nos disponemos a ver una comedia es claro nuestro objetivo, ¿no? Pasar un rato entretenido, agradable, y de paso, echar unas buenas risas... o por lo menos, dejémoslo en unas pocas risas. Pues con esta película no vamos a conseguirlo. Sufre del mismo mal que viene padeciendo la comedia dirigida al gran público. Ya he dicho en anteriores ocasiones que es un género que se encuentra de capa caída. Y títulos como éste lo confirman.

Comencemos. La cinta nos cuenta la historia de unos típicos padres de costumbres tradicionales que cuando conocen a la pareja de su hija descubren al ya también típico personaje desastrado. Y a partir de ese momento comienza a crecer la rivalidad y tensión entre el padre y el pretendiente. Que si bien es un argumento ya manido ha funcionado en otras películas como Los padres de ella. ¿Por qué en este caso no da resultado?

En primer lugar porque pretende ser más película de lo que es. Busca mayor complejidad en la trama y se pierde en contarnos historias secundarias que no conducen a nada y se podían haber ahorrado. Para continuar porque además de su falta de originalidad tampoco tiene mordiente, no arriesga nada, se limita a repetir las escenas y bromas ya vistas. Y para finalizar porque su monotonía hace que se pierda el interés y más ante un final previsible y estereotipado. Y es que el problema es que tendría que ser una comedia

El reparto es lo más potable de la función, aunque intuyes que si están en semejante cinta es más bien por la rentabilidad económica. Son papeles de fácil desarrollo, meros trámites para grandes estrellas, y a la producción le echa un buen capote en promoción y ventas. Porque vosotros me diréis quién vería esta película si no apareciesen Brian Cranston y James Franco

En cuanto a la producción no puedo destacar mucho. Se queda todo en correcto, tampoco se  le puede pedir una gran fotografía, efectos o banda sonora a este tipo de películas.



Película que en pocas o ninguna situación nos saca una sonrisa. Tiene un desarrollo pesado y lento.... y lo que es peor, aburre. Poco recomendable.






Durante sus vacaciones, Ned (Bryan Cranston), un padre sobreprotector y su familia visitan a su hija en la Universidad, donde conocerán a su mayor pesadilla: su novio, Laird (James Franco), un multimillonario de Silicon Valley bien intencionado pero socialmente bastante complicado. El conservador Ned, piensa que Laird es la pareja menos apropiada para su hija. La rivalidad unilateral y el nivel de pánico de Ned se disparan cuando descubre además que Laird está a punto de hacerle a su hija “la pregunta”.




No hay comentarios:

Publicar un comentario