16 de mayo de 2017

La Gran Muralla (2016)

Un cuento chino

Miedo, esa es la sensación que tenía antes de ponerme a ver esta película. Es que la combinación de esta cinta es la bomba: a un lugar emblemático como es la muralla china le sumamos un ejército de chinos con el bueno de Matt Damon a la cabeza de todos ellos defendiéndose del ataque de hordas de lagartos gigantes procedentes del espacio. Ufff... imaginaros. Y todo esto acompañado de unas críticas pésimas, por supuesto. Lleno de un valor resignado le di al Play.

Es curioso que este circo esté dirigido por uno de los mejores directores del cine oriental, Zhang Yimou, que firmó películas como las notables Hero y La casa de las dagas voladoras. Esta vez  mete la pata hasta el fondo arriesgándose con uno de los productos más estrafalarios y, sin duda, más desastroso de su carrera.

Y es que aquí poco se salva de la hoguera. La historia, escrita en su totalidad  por guionistas de Hollywood, es pobrísima, chirría por todos los costados. Está mal narrada pero es que hacerlo bien hubiese sido complicado, es absurda y con un desarrollo infantiloide, hasta el punto de llegar a la vergüenza ajena. Los enemigos, los bichos verdes, son excesivamente básicos y tópicos, no le han echado ni una pizca de imaginación. En resumidas cuentas, un desastre absoluto. Me ha costado seguirla, parándola para descansar en varias ocasiones porque mi cerebro no asimilaba correctamente semejante festival de chorradas. Esta película debería  advertir que puede llegar a ser perjudicial para la salud del espectador.

Los personaje no son nada carismáticos, con unos diálogos acartonados y unas actuaciones poco logradas. Matt Damon, capaz de lo mejor y de lo peor, se debería de avergonzar al ver su trabajo.

Un punto a favor se lo daré a su producción, que es fantástica. Los escenarios, decorados y maquillaje son del más alto nivel, y vienen acompañados de un derroche de efectos digitales y de una banda sonora épica.



Lo que es malo es malo, no merece que le déis más vueltas.  Estúpida y ridícula hasta decir basta. Pésima en todo menos en su factura técnica. El gran desafío es llegar a terminar de verla.






China, siglo XV. Un mercenario inglés (Matt Damon) y otro español (Pedro Pascal) son testigos del misterio que rodea a la construcción de la Gran Muralla China; ambos descubrirán que no se construyó para mantener alejados a los mongoles, sino para algo más peligroso: la mítica muralla ha sido edificada para detener la llegada de monstruos devoradores de carne humana.




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