Click click, abrir Google, escribir "mejores comedias 2015" y pulsar Enter. The Lobster. Ja. La leche, si es Colin Farrel con barriga. ¡Y Rachel Weisz! Además, es una producción griega. ¡Griega! Venga, para adelante, ya tenemos película de risillas para echar la tarde.
Veinte minutos después, nuestra cara es un poema.
También es justo que entonemos el mea culpa, porque no conocíamos el cine de su director, Yorgos Lanthimos, al que se le califica como "el director con más personalidad del cine europeo". Y personalidad tiene la película. La virgen. Si lo que estás buscando es una comedia de domingo para pasar sus casi dos horas con el chiste fácil flotando en el ambiente replantéatelo, porque hay que quitarse los tacones y ponerse la ropa ancha de deporte para sentarse a visualizar esta historia.
El planteamiento es el siguiente: en un supuesto universo paralelo a las personas sin pareja se les encierra en un hotel para que la encuentren. Si en mes y medio no son capaces de encontrarla les transforman en el animal de su elección. No le des más vueltas, esta no es una cinta de cómos o por qués. Dale al play, sumérgete en ella, termínala (si puedes) y nos cuentas. Porque lo que está claro es que no es un film para todos los gustos. Y tampoco tenemos muy claro si se trata de una comedia.
Hay que reconocer que el reparto es de lujo. Tras los tropiezos anteriores de Lanthimos, en esta ocasión se la jugaba. Colin Farrel, en un rol al que no nos tiene en absoluto acostumbrados, hace que nos creamos al aparentemente pánfilo David. Y como protagonista femenina un órdago a grande con la ganadora del combo Oscar-Golden Globe Rachel Weisz, que a pesar de aparecer relativamente tarde en escena nos hace cogerle cariño a la humilde mujer miope. Además, hay unos cuantos conocidos del cine de Lanthimos, como Angeliki Papoula o su actual esposa, Ariane Labed.
El planteamiento absurdo de la sociedad distópica y la forma que tienen los personajes de comportarse frente a estas nuevas "normas" es lo que le da salsa al metraje. Situaciones que se producen y que tienes que deducir por qué motivo se están produciendo, comportamientos de los protagonistas a los que tienes que buscar la retorcida lógica en la que se basa todo este universo hacen que no te relajes en ningún momento y que tengas que pausar la película si quieres levantarte a rellenar el bol de ganchitos.
Y me parece que este es el motivo por el que se le puede aplaudir. Es algo nuevo, algo fresco, algo a lo que el cine de películas cuadriculadas de Hollywood no nos tiene acostumbrados. Podemos ver trazas de un romance, trazas de un drama, trazas de una comedia. Pero sobre todo, podemos ver trazas de humanidad que se van reuniendo según va avanzando el metraje para dejarnos claro que, muy a pesar del universo que nos rodee o de la situación en la que estemos metidos, somos, sentimos y padecemos.

No es una comedia pura, así que no esperes acabar en el suelo partido en dos. Pero si lo tuyo es el cine al estilo Wes Anderson y estás harto de las producciones industriales del cine norteamericano, seguro que le sacas jugo.


Narra una historia de amor no convencional, ambientada en un mundo distópico, en el que según las reglas establecidas, los solteros son arrestados y enviados a un lugar donde tienen que encontrar pareja en un plazo de 45 días. El tema central es la soledad, el temor a morir solo, a vivir solo, y también al temor a vivir con alguien.

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