Coproducción estadounidense, italiana y española que cuenta con una idea sencilla pero original: un soldado pisa una mina y queda atrapado en mitad del desierto. ¿Cómo saldrá de tal situación? Para empezar se trata de una premisa prometedora, pero acaba quedándose en eso, prometedora, porque sinceramente, promete más que lo que da. Bebe mucho de otros títulos anteriores como Buried o 127 pero juega en una liga muy inferior.
La trama comienza con una situación inverosímil a causa de una decisión dudosa tomada por el protagonista. Ya comienza chirriando, con un tufillo a propaganda patriotera que no ayuda en absoluto... malo. Después de unos pocos minutos detona la situación (nunca mejor dicho) y lo hace de forma hábil y efectica, consiguiendo que nuestro interés mejore. Aún así, despues de ese inicio, me sigue quedando una duda: ¿mantendrá este nivel durante toda la duración? Un reto difícil, un solo personaje confinado en un escenario muy limitado, hay que ser muy bueno para no aburrir bajo estas condiciones. Y efectivamente, no consu¡igue ser tan buena. La historia se cuenta de manera demasiado lenta y se hace muy larga, con 30 minutos menos hubiese quedado mejor. La idea es ingeniosa y en momentos se siente fuerte, sobre todo en su primera hora. Tiene una buena carga de tensión al centrarse únicamente en nuestro desafortunado protagonista. Pero su segundo tramo le pesa. La fata de ideas originales se nota, con una acumulación de estupideces y escenas ya vistas, y con una segunda historia paralela que tiene como objetivo dar emotividad y peso pero que lo que consigue es distraernos tramposamente de la trama principal, rascando minutos para el desenlace que, sin hacer spoilers, es lo más aceptable de la cinta.
Hablando del reparto, éste no presume ni por calidad ni por cantidad. Se compone de media docena de actores de los cuales la mitad no tiene ni una sola frase en todo el guión, apareciendo en escenas tipo flashback. El protagonista es el joven actor Armie Hammer, que llamó la atención en La red social o en el último trabajo de Guy Ritchie, El caso U.N.C.L.E. En esta cinta se enfrenta a un trabajo de suma dificultad, ya que la mayor parte del metraje está inmóvil en la misma posición. Pero también es una oportunidad para reivindicarse puesto que últimamente ha tomado el rol de actor secundario. Y si bien es verdad que al principio no convence, el chaval se esfuerza y no siendo el actor más expresivo llega a reflejar la angustia que atraviesa el personaje al que encarna.
En lo técnico destaca la banda sonora, muy superior al proyecto que acompaña.

Película que partiendo de una idea buena nos mantendrá mínimamente atentos por la incertidumbre de cómo terminará. Pero no es una buena película. ¿Se puede ver? Sí, pero sin grandes pretensiones.


Tras el fallido intento de asesinato durante una misión, el francotirador estadounidense Mike Stevens (Armie Hammer) pisa una mina terrestre en medio del desierto de Afganistán. Aislado y perdido en mitad de la nada, queda atrapado y dramáticamente amenazado por el explosivo y por los peligros del desierto de arena. Mike deberá sobrevivir a la naturaleza hostil que le rodea, luchando contra el sol abrasador, la deshidratación, el cansancio y los depredadores. Y sobre todo, deberá hacer frente al peligroso efecto psicológico de la soledad mientras permanece inmóvil en la arena.

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