30 de mayo de 2017

La llegada (2016)

Esta película no va de marcianos

La gran pantalla nos ha mostrado de muchas maneras diferentes a seres del espacio exterior. Visitantes que van desde los marcianitos cabezones con mala gaita de Mars Attacks! hasta la variopinta fauna intergaláctica que nos presentan en sagas como Men In Black. Y la verdad es que algunos dirán que es un género que está ya muy trillado, con poca imaginación, poco sutil y muy palpable, que ha llegado a buscar una salida en largometrajes como Cowboys & Aliens. La llegada viene a dar una lección de humildad y a mostrar que no está todo el pescado vendido, pero que hay que dar un paso hacia adelante y dejarnos de láseres e hiperespacios para arriesgar con un guión fresco e insólito.

La llegada nos muestra el advenimiento de extraterrestres a diversos puntos de nuestro planeta y establece una cuestión que en la mayoría de películas del género se pasa por alto, pero que es una cuestión esencial y de obligada demanda cuando alguien desconocido y posiblemente peligroso se adentra en tu terreno: quién eres y qué quieres. Y de esto tratan las casi dos horas que conforman el celuloide. Como puedes comprobar, si esperabas ver naves espaciales y trajes plateados con leds brillantes por doquier, este no sería el negativo más recomendable. Eso si, pásate por la entrada de Guardianes de la Galaxia (vol 2.) que hicimos hace unos días, seguro que la vas a disfrutar más.

Porque, a pesar de ser una película de extraterrestres, la cinta trata en su conjunto del ser humano, de cómo afrontamos como raza una crisis global. El guión está centrado en el contacto que hace una lingüista (Amy Adams) con los visitantes, y los esfuerzos que hace para comunicarse y formular "la pregunta". Además, hace hincapié en las relaciones humanas, pero no tan solo a nivel individuo con individuo, sino que va más allá y establece el contacto entre naciones y las buenas relaciones internacionales globales como puente hacia el avance y la prosperidad humana.

Finalmente podemos notar que el metraje tiene un argumento palpitante, con un giro final que quizás no sea santo de mi devoción pero que casa con la trama y que no te llegas a esperar debido al tono melancólico del filme. Además, deja muchas preguntas y reflexiones al espectador que dan para varios café tertulias y que nos permite empatizar con la protagonista y su entorno.



Es oro puro: sus diálogos, sus introspecciones, su clímax. La forma de llevar la trama es sublime y cuando salen los títulos de crédito el espectador sigue aún con la boca abierta. El cine en general necesita más películas como La llegada.






Cuando naves extraterrestres comienzan a llegar a la Tierra, los altos mandos militares piden ayuda a una experta lingüista para intentar averiguar si los alienígenas vienen en son de paz o suponen una amenaza. Poco a poco la mujer intentará aprender a comunicarse con los extraños invasores, poseedores de un lenguaje propio, para dar con la verdadera y misteriosa razón de la visita extraterrestre.





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