Esta película narra una atractiva historia real basada en el libro escrito por Robert Mazur, protagonista de los hechos que relata. La cinta nos sitúa en los años 80. El narcotráfico inundaba Estados Unidos y un policía con métodos peculiares decide infiltrarse en la mayor red de todas, el cartel de Medellín, para, de esta manera, intentar destapar el mayor negocio de blanqueo de dinero de la historia. Expuesta así es más que atrayente, a mi me cameló su sinopsis y el buen sabor de boca que me dejó la grandiosa serie de Netflix, Narcos.
Es difícil cuando empezamos a visionarla no acordarnos de grandes obras con temas semejantes como puede ser Donnie Brasco, y es que ésta bebe mucho de aquellas. Su ritmo es pausado, con diálogos interesante, su fotografía es sucia y lúgubre y posee una historia veraz y entendible.
Su guión es sobrio, se limita a contar una historia simple pero el problema es que no se atreve en demasía y peca de monótono y abundancia de clichés. La falta de acción y de giros argumentales hace que mientras avanza el guión pierda matices, y lo que en su comienzo parecía un trabajo notable queda en algo tan solo correcto.
El plano interpretativo es lo más destacado. La actuación de Bryan Cranston es una delicia, uno de los actores más tapados de Hollywood, llevado al estrellato actualmente por su papel como Walter White en la sobresaliente Breaking Bad, nos regala una interpretación sobria y realista. Es cierto que flojea en su doblaje al castellano, con un timbre de voz que aporta un aire de debilidad que estereotipa al personaje. En resumidas cuentas él es el motor de la película, un actor muy a tener en cuenta puesto que sus trabajos tienen un resultado exquisito. También quiero mencionar al carismático secundario John Lenguinzano, cuya aparición siempre es de agradecer en este tipo de proyectos.
En el tema de producción hay que mencionar un cierto aire a telefilm que le resta puntos al acabado final.

Película entretenida, que promete más de lo que ofrece, con un guión pobre pero una historia interesante y una interpretacion magnífica.


Basada en una historia real ocurrida en los años 80, narra cómo un policía estadounidense se infiltra en una banda de narcos colombianos. Para lograr ese objetivo, Robert Mazur (Bryan Cranston) se infiltrará junto Kathy Ertz (Diane Kruger), quien fingirá ser su futura esposa, y Emir Abreu (John Leguizamo), un policía con métodos poco tradicionales, para codearse con la cúpula de la organización criminal y ser parte de la mayor operación encubierta antidroga de la historia.

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