21 de abril de 2017

Captain Fantastic (2016)

Nadie puede escapar de la fuerza del caudal

Le tengo cariño a Viggo Mortensen. Desde su papel en la trilogía de El Señor de los Anillos, en el que su nombre se estableció en mi cabeza, a Una historia de violencia, siempre ha tenido ese toque interpretativo que me gusta. Actor muy polifacético, que puede bordar desde el papel de ruso mafioso en Promesas del Este hasta el del bravo espadachín Don Diego de Alatriste, siempre le da esa pincelada de color a cada personaje que hace suyo. Y en Captain Fantastic no iba a ser menos.

Como padre de una prole que recuerda al reality de DMax, Mi familia vive en Alaska, pero en guapos, tiene que enfrentarse a un giro en la aparente tranquilidad de su vida para confrontar algo que, a la mayoría de los seres vivientes, tarde o temprano nos llega. El problema reside en que, además de no ser una familia con un modus vivendi común, tampoco tiene una forma de ver las cosas dentro de la normalidad.

Y es este el mayor de sus problemas: la salida de la normalidad. El hecho de querer escapar del fuerte cauce del río que es la sociedad capitalista actual, optando por una forma diferente de pensar y de educar a sus hijos e hijas, hace que a cada paso que dan en el metraje no te esperes demasiado por dónde van a salir. Esta mezcla de road-movie, drama social y comedia, hace que uno no sepa muy bien si le gustaría seguir la forma de vida de esta familia o no, y deja una serie de preguntas rondando por la cabeza del espectador más atento. Quizás sea este el motivo por el que no se comiera un colín en los Óscars de 2017.

La película entretiene, tiene una trama muy bien planificada y un desarrollo excelente que impiden que se haga larga. Al ser una película independiente cuenta con esa libertad que hace que la historia y su contenido puedan desarrollarse de una forma más libre, en lo que a estándares en el cine norteamericano se refiere. Hay que reconocer la labor de los más jóvenes del film, que a más de uno nos han dado una buena sorpresa. Y ese ser arrogante, irritante y a la par lleno de ternura que es Ben, interpretado por Mortensen, que no dejará frío a nadie en la sala.

El título de la película es algo que no queda del todo claro al terminar su visionado. ¿Por qué Captain Fantastic (Capitán Fantástico)? ¿De dónde se saca el director esta nomenclatura? Parece ser que su director, Matt Ross, quería jugar un poco con la ingente cantidad de películas de super héroes que hay hoy en día en cartelera para hacernos ver que, en la vida real, no todos los héroes tienen por qué llevar capa.



Una pequeña joya que nos regala el cine norteamericano muy de vez en cuando. Si eres de los que les gusta destripar una película en compañía tras su visionado, no te la puedes perder. Da de qué hablar.






Ben es un hombre que ha pasado diez años viviendo en los remotos bosques situados en el noroeste de los Estados Unidos criando a sus seis hijos. Sin embargo, las circunstancias hacen que tal peculiar familia deba abandonar su modo de vida en la naturaleza y volver a la civilización. Asimilar su nueva situación y adaptarse de nuevo a la sociedad moderna no les va a resultar nada sencillo.





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