Domingo, tarde de hacer la marmota. En mi extensa videoteca busco algún título que recientemente se me haya pasado o que en algún momento me haya dado pereza ver. Y mira por dónde, encuentro una de Tom Hardy y de gangsters.... mmm... ¿qué puede fallar?.
La película nos sitúa en los años 60 para contarnos la vida, obra y milagros de los hermanos Kray, reyes del crimen organizado londinense en esta década. El guión de esta película no difiere mucho del de otras cintas del género, aunque como aliciente hay que señalar a los gemelos protagonistas: uno calculador, duro y racional; delirante, paranoico e incoherente el otro.
La cinta, de 130 minutos de duración, nos mantendrá enganchados, si bien su primera parte posee más interés que la segunda. Nada más comenzar ya percibimos ese aire de gran producción británica y un cierto parecido a la grandiosa serie de la BBC, Peaky Blinders, con la que comparte buena parte del reparto. Su comienzo tiene una presentación de personajes muy potente y una trama principal muy interesante. El problema es que con el paso de los minutos ésta no se desarrolla como debería, centrándose más en el contenido dramático, en el interior de los protagonistas, estancándose en un bucle de situaciones repetitivas y dejándonos con ganas de más trapicheos, más tiroteos y más chaladuras del gemelo grandilocuente. Todo ello hace que flecos importantes en el desarrollo, como por ejemplo la relación que mantienen con los americanos, queden desdibujados y al final olvidados. Lo que desinfla las grandes expectativas que susprimeros minutos nos habían creado, dejando la sensación de haber visto una buena película que podría haber sido magnífica.
Los personajes son lo más sobresaliente del film. Todos encajan correctamente. Pero claro, hay dos, la pareja protagonista, encarnados por el mismo actor, que están a tan alto nivel que hacen sombra a los demás. Tom Hardy es un monstruo de la interpretación. Aunque este no sea el más conocido sus trabajos puede que sea uno de los mejores, interpretando a dos hermanos muy diferentes, tan peculiares que cada uno de ellos por separado ya sería papel suficiente para llenar cualquier película. Y aún así, uno de ellos es la ostia. El personaje de Roonie es simplemente grandioso, qué diálogos, qué situaciones más locas. Sinceramente es la causa de mayor peso por la que recomiendo ver esta cinta.
La producción cuenta con un buen conjunto. Fotografía sucia, maquillaje y vestuario muy de la época, una banda sonora que se ajusta bien y es acompañada por una voz en off que da fuerza al relato.

Película intensa, en momentos delirante, en otros intrigante y en muchos dramática. Se excede un poco con estos últimos y empaña un poco el conjunto. Pero sinceramente me ha gustado, tiene gancho y rebosa elegancia. Agradecédselo a su magníficos protagonistas.


La historia de dos hermanos gemelos gangsters, Reggie y Ronnie Kray (interpretados por Tom Hardy), dos de los criminales más famosos en la historia de Londres y el imperio del crimen organizado que crearon en los años 60.

No hay comentarios:
Publicar un comentario